Tras una fuerte subida que llevó a XRP a máximos de varios años, el token ha experimentado recientemente una corrección acusada. Su precio retrocedió cerca de un 20% desde los $3,66 y ahora cotiza en torno a los $2,95. Pese a este brusco retroceso, la mayoría de los analistas considera que se trata de una corrección saludable y típica, que ayuda a preparar el impulso para el próximo movimiento alcista.
Desde el punto de vista técnico, el índice de fuerza relativa (RSI) de XRP se disparó hasta 88 la semana pasada, lo que indicaba condiciones de fuerte sobrecompra. Desde entonces, el RSI diario ha bajado a un nivel neutral de 50, lo que refleja que el exceso se ha corregido. Si XRP se mantiene en los $3 y conserva el soporte sobre la media móvil de 100 periodos, podría completar un suelo a corto plazo y abrir la puerta a una nueva subida.
Si ese soporte falla, el próximo nivel clave se encuentra en torno a los $2,6 —la media móvil de 200 periodos—, que puede funcionar como zona de retroceso y atraer a inversores de medio y largo plazo interesados en aprovechar la debilidad.
Varios analistas de criptomonedas se mantienen serenos ante la reciente caída:
Lukas Enzersdorfer-Konrad, subdirector general de Bitpanda, subraya que, a pesar de la mayor volatilidad, XRP sigue mostrando fortaleza en liquidez y participación institucional. Considera que XRP tiene potencial para superar su máximo histórico de 2018, especialmente si regresa la confianza global al mercado cripto.
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La capacidad de XRP para mantenerse por encima de los $2,95 continúa siendo un factor clave, con el foco puesto en el umbral técnico y psicológico de los $3. Si logra consolidar un suelo y surge una nueva tendencia alcista, el objetivo previamente planteado de los $10–$15 permanece vigente. Los inversores deben actuar con paciencia, vigilar atentamente los volúmenes de negociación y el comportamiento de los soportes, y no dejarse llevar por la volatilidad a corto plazo para aprovechar el potencial a medio y largo plazo.